higiene en el salón de belleza

Lávate las manos antes y después de cada servicio con algún producto antiséptico.

Lleva las uñas cortas para evitar accidentes. Si eres manicurista llévalas limadas y con un color perfecto. Si no sabes manipular bien la acetona y el algodón al despintar las uñas de tus clientes, es mejor llevarlas al natural y no terriblemente despintadas.

No utilices un perfume muy cargado, sé sutil.

Sonríe siempre y lleva tus dientes limpios; carga siempre tu cepillo, dentífrico e hilo.

Evita el cigarro y no comas durante los servicios ni frente a los clientes. Tu negocio debe tener un espacio y horario adecuado para ello.

Es mejor que trabajes con un moño o colita, lo que depende también de la imagen que proyecte tu salón, al igual que el estilo del maquillaje, vestuario y calzado. 

Evita las joyas y accesorios para no causar accidentes.

Utiliza guantes y mascarillas sobre todo para servicios de estética, manos, pies, escultura en gel o acrílico en uñas y depilación.

Apuesta por el material desechable y descártalos delante del cliente.

Siempre limpia tu área de trabajo luego de cada servicio.

Opta por muebles ergonómicos.

Pregunta al cliente si se siente cómodo con el ambiente del salón y la atención brindada.

En tu estación de trabajo, no aplastes a tu cliente para recoger material del otro lado. Te lo menciono porque me ha pasado estando en una sesión de depilación: es mejor rodear el espacio.